ingresos superiores a asalariados, pero con precariedad y sin descanso

La llegada de empresas tecnológicas de entrega a domicilio ha revolucionado el mercado laboral en Argentina. La expansión del emprendedurismo, la flexibilidad de manejar sus propios horarios y la búsqueda de ingresos extra, en un contexto de caída del poder adquisitivo, llevaron a que cada vez más personas busquen trabajo en aplicaciones de delivery. Estas aplicaciones se han convertido en una alternativa, ya sea como ocupación principal o complemento a un salario fijo. Aunque los ingresos pueden ser atractivos —en muchos casos superan lo que se gana en empleos formales—, la realidad es que el trabajo en estas plataformas suele ser muy precario, ya que los trabajadores no tienen acceso a licencias, cobertura ante accidentes ni espacios para descansar.

Un dato interesante es que el 90% de los trabajadores en apps opera a tiempo parcial, mientras que solo un 10% trabaja a tiempo completo, según un informe del BID. En lo que respecta a los repartidores ocasionales (que realizan hasta 80 pedidos al mes), su número ha crecido notablemente, llegando a representar entre el 67% y 68% de la interactuación en estas plataformas en el último año.

Informalidad y precarización

Un desafío que enfrenta este sector es la informalidad laboral. Por ejemplo, la app de delivery Rappi exige a sus trabajadores registrarse como monotributistas, pero no les pide factura para pagar los servicios. En cambio, PedidosYa sí requiere facturación. Esta situación refleja un patrón mucho más amplio: la informalidad laboral ha alcanzado cifras preocupantes. Según datos recientes del INDEC, en el segundo trimestre de este año, un 43,2% de los trabajadores argentinos se encuentra en estas condiciones, es decir, alrededor de 5,5 millones de personas sin acceso a derechos laborales básicos.

El panorama actual

Antes de la llegada de Glovo y Rappi en 2018, PedidosYa era la única empresa de delivery en el país, empleando a 2,500 trabajadores bajo un convenio colectivo. Sin embargo, la llegada de las nuevas apps cambió la dinámica laboral de esta empresa, que despidió a la mayoría de sus empleados formales. Hoy, según Gonzalo Ottaviano, secretario gremial de la Asociación Sindical de Motociclistas, Mensajeros y Servicios (ASiMM), apenas quedan 50 empleados bajo esta modalidad, mientras que aquellos que trabajan por su cuenta perciben salarios que pueden variar.

En cuanto a los trabajadores en relación de dependencia, el ingreso promedio es de $1,2 millones por jornada de 8 horas, más gastos de combustible. Para quienes operan a través de apps sin derechos, el salario es similar. Mariana Fernández Massi, investigadora del CONICET, sostiene que Argentina es uno de los países más rezagados en la regulación de empleos digitales en la región, destacando que la legislación más avanzada proviene de México, que busca garantizar derechos laborales y seguridad social para estos trabajadores.

Reclamos de los trabajadores

Los trabajadores de delivery tienen varias inquietudes. Ottaviano menciona la baja de demanda laboral, el aumento de repartidores y la falta de espacios para descansar como sus principales reclamos. Puede que no lo sepamos, pero la mayoría trabaja part-time, y muchos que tienen un trabajo fijo terminan ganando más al dedicarse un par de horas a estas aplicaciones, lo que nadie más que ellos llamarían una “changa”.

El atraso tarifario es común, y no solo afecta a los repartidores sino que también está alineado con la disminución de la demanda de pedidos, en medio de una economía general que no da tregua. La necesidad de previsibilidad y estabilidad en sus ingresos se torna crucial. También se está pidiendo un índice de actualización salarial, ya que actualmente el salario se ajusta solo cuando las empresas lo consideran conveniente.

Ottaviano también resalta la falta de espacios donde los repartidores puedan descansar. Una anécdota reciente cuenta cómo un gerente de una cadena de comida rápida intentó desalojar a varios repartidores que se habían acomodado allí, dando un claro ejemplo de cómo se desatienden sus necesidades básicas.

Boom de aplicaciones de delivery: ¿cuántos pedidos necesitarían completar para alcanzar la canasta básica?

La Fundación Encuentro ha desarrollado un cálculo interesante llamado el coeficiente de Alcance del Pedido Promedio (APP). Este coeficiente relaciona lo que un repartidor cobra por un pedido —sin incluir propinas— con la canasta básica de una familia tipo (de cuatro miembros) y cuántos pedidos deben realizar para alcanzar cierto nivel de subsistencia.

Para dar un ejemplo: en septiembre, el pedido promedio según Rappi y PedidosYa fue de $2,553.60. Sin embargo, Ojeda advierte que esto sería para un trabajador ejemplar que cumple con todas las exigencias.

Cantidad de pedidos necesarios para cubrir diferentes necesidades:

  • Para mantener un hogar tipo: 461 pedidos.
  • Para alcanzar el ingreso promedio individual en el segundo trimestre de 2025: 344 pedidos.
  • Para sostener un hogar individual: 149 pedidos.
  • Para cubrir únicamente alimentación: 67 pedidos.
  • Para criar un hijo: 190 pedidos.
  • Para pagar un alquiler promedio en CABA: 271 pedidos.
  • Para llegar al Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVyM): 126 pedidos.
  • Para llenar un tanque de nafta: 2 pedidos.
  • Para pagar el Monotributo: 15 pedidos.

Así, a medida que las aplicaciones de entrega continúan creciendo, también crecen los desafíos y necesidades de quienes dependen de ellas para su sustento diario, remarcando la importancia de un marco regulatorio que brinde seguridad y derechos.

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